Identificándonos como Jesús: con el dolor y la necesidad

Devocional 42

“Levántate, recoge tu camilla y anda…”.  Jn. 5:8

 

El evangelio registra a un hombre inválido que Jesús le dio sanidad. Se podría esperar una actitud de alegría por parte de las autoridades. Sucedió lo contario. Ellos le dijeron: “Hoy es sábado, no te está permitido cargar tu camilla” (v10). Treinta y ocho años sin usar sus piernas, pero observaban que en el día de reposo usaba sus piernas para trabajar. Nos encontramos con un hombre que no tenía derecho según las autoridades.

 

La clave en la dirigencia era ejercitar el derecho a la autoridad. Lo importante no era la restauración de la persona sino observar que no guardaba las normas establecidas. El hombre marginado fue invisible hasta que violó la ley. Sus autoridades no demostraban un interés en las necesidades del rebaño. Les faltaba escuchar el llanto del pueblo necesitado.

 

Las autoridades en vez de escuchar la voz de Dios decidieron eliminarla. Lo que hicieron con Jesús fue perseguirlo y redoblaron sus esfuerzos para matarlo (v16-17). Seguir el modelo de Jesús es muy arriesgado. Seguir su ejemplo puede traernos problemas, pero el camino contrario sería traicionar a Jesús. Si queremos servir al Dios vivo no queda otro camino que identificarnos con Jesucristo.

 

 

Preguntas para la reflexión
¿Cómo es nuestra realidad? ¿Qué pasa con los que tienen poco acceso a la salud, vivienda, educación y trabajo? (Pr 31:8-9)

 

 

Pastor Carlos Scott 
Misión Glocal