Como Llegué Al Campo Misionero

Testimonio de un misionero de campo de Buenas Nuevas: Al terminar mis estudios en la facultad de ingeniería en Agosto del año 1997, surge la inquietud de preguntar al Señor cuál es mi propósito en esta vida, siendo motivado por Él mismo, así lo considero, pues esto surgió al oír algunas predicas de mi pastor y de leer algunos libros, así como el hecho de leer Efesios 4 respecto a los ministerios. Algo extra es el hecho de buscar algo específico en cuanto al servicio, pues ya había sido líder de los adolescentes, empezaba como director de campamentos y también en el liderazgo de los jóvenes, apoyando en la escuela dominical con los adolescentes.

Su respuesta no tarda mucho y al cabo de dos meses (Octubre `97) me fracturo la tibia derecha; me realizan una cirugía colocándome un metal y siete tornillos. Esto me llevó a estar en la cama por tres meses aproximadamente. Es así como empieza su respuesta y estando en cama el trato de el Señor es, ahora lo puedo decir así, hermoso, en el momento de estar en cama no me pareció así =). En febrero del año 1998 me reincorporo a mi trabajo secular y de la Iglesia.

En mayo de año 1998 llega a mi ciudad, por invitación de mi pastor y apoyado por la alianza de pastores de la ciudad, el barco Logos II (La segunda librería flotante más grande, la otra se encuentra en el barco Doulos, ambas dirigidas por Operación Movilización (OM)). Me enlisto como voluntario y estoy con ellos un mes en diferentes actividades. Es allí donde empiezo a oír acerca de las misiones de una manera más amplia, pues mi pastor ya hablaba del tema, pero esto amplió mas mi perspectiva, comenzando con una inquietud que no ha parado. Al irse el barco yo voy al hospital, pues surge un rechazo del metal colocado en mi tibia derecha provocándome una osteomelitis crónica. En esa ocasión tardo un par de meses en la cama y el Señor continúa hablando a mi vida y tratando conmigo.

Ese mismo año en Diciembre, acudo a una campaña evangelística organizada por OM en Zitácuaro, Michoacán. En el año 1999 vuelvo al hospital para que me realicen una secuestrotomía en la tibia derecha. Continúo con mis actividades de trabajo secular y en la Iglesia. Mi pastor inicia una clase de misiones en la escuela dominical, la cual tomo e inicio clases en el seminario local de mi Iglesia. Un amigo que estudiaba en Celaya me obsequia una Guía Mundial de Oración, la cual solicito y empiezo a distribuir en mi iglesia; de esa manera me entero de una página web de Buenas Nuevas México y acudo con ellos a Proyecto Culiacán el año 2000, ampliando mi perspectiva de una manera diferente, pues me muestra un tipo de evangelismo más necesario, así lo menciono porque el evangelismo local (el realizado en las ciudades donde hay más creyentes) es algo que se puede hacer mientras trabajo, estudio o juego. En cambio, el acudir con los grupos étnicos es algo que nadie quiere hacer y que es tan necesario hacer, si decimos ser discípulos de Jesucristo. El estar allí en San Pedro y sus alrededores y conocer un poco del trabajo de Buenas Nuevas me inquieta más a buscar del Señor respecto a lo que había preguntado en agosto del año 1997. Surge la inquietud de tomar el curso de misiones impartido por Buenas Nuevas, pero no es posible. Considero que no era el tiempo de Dios, pues quería seguir tratando con mi vida. como lo describo a continuación:

En Julio del 2000 vuelvo una vez más al hospital para estar un mes allí, con múltiples secuestrotomías y un arduo tratamiento con antibióticos. estando allí, una amiga y hermana me escribe desde Alemania dándome palabras de aliento y consuelo, ¡sin ella saber que yo me encontraba en el hospital! Termina su carta con una frase que hice mía en el momento de leerla: “ni un paso atrás, ni aún para tomar vuelo”.

Mi compromiso con el Señor respecto a las misiones y el propósito de mi vida es claro y solo continúo solicitando dirección de su parte. Comparto mi visión con mi pastor quien me anima, me presta una serie de libros, oramos juntos y charlamos continuamente del tema discipulándome al respecto.

Mi deseo de involucrarme de tiempo completo me hace solicitar requisitos de diferentes organizaciones misioneras, pero ninguna me llamada la atención. Acudo a una conferencia misionera organizada por COMIMEX en este mismo año, el 2000, escucho a diferentes hermanos involucrados en misiones, charlo con algunos representantes de organizaciones misioneras, pero no se da la oportunidad de involucrarme aún.

En noviembre del año 2001 surge una última cirugía, una pequeña secuestrotomía en la tibia derecha, quedando sano, ¡gracias a Dios! Se cierra por fin una fístula que por meses y años no cerraba. Mi inquietud por las misiones no paraba y mi compromiso sigue en pie. Al iniciar el año 2002 mi oración es: Padre necesito un mejor trabajo ¡secular o en misiones! Nuevamente su respuesta vino en camino.

Después de conocerlo en COMIMEX 2000, vuelvo a encontrarme con el encargado del departamento de investigaciones en COMIMEX, a quien le comparto mi inquietud de involucrarme de tiempo completo, y la falta de dirección, pues no sabía a que organismo misionero dirigirme, aun cuando conocía a diferentes representantes y otros donde localizarlos. Él sugiere involucrarme en su departamento, donde no solo empezaré a servir en misiones, sino al estar con ellos encontraré opciones de una manera más cercana. Decido hacerlo con el consentimiento de mis líderes y mi pastor.
Asisto a un curso de investigación impartido por Grabaciones Buenas Nuevas y al terminar recibo la invitación de este organismo misionero para cursar el curso de Misiones Transculturales. Al terminar este, inicio otro curso de grabaciones en audio casetes y el Señor me muestra que este es el organismo donde Él desea que colabore. Lo hago saber a mis líderes y al encargado del departamento de investigación en COMIMEX, quien apoya la decisión.

Ahora he terminado el curso de grabaciones y estoy realizando grabaciones de mensajes evangelísticos, material de discipulado así como porciones de la Biblia en diferentes lenguas autóctonas. En octubre del presente año, si Dios permite, estaré viajando a Bolivia para realizar grabaciones allá. Es agradable cómo el Señor sincroniza todo para estar involucrado en sus planes.

Por Cristo, por su Iglesia y por los no alcanzados.

JL