Confesiones De Un Misionero Gringo

“Siga mi ejemplo, bueno … pensándolo bien, no en todo”

En México ha habido una fuerte presencia de misioneros norteamericanos durante mucho tiempo. Así que hemos sido el principal modelo para ustedes de como “hacer misiones”. Mientras hemos hecho mucho que es digno de ser reproducido, hemos cometido (y seguimos cometiendo) muchos errores. Espero que el movimiento misionero mexicano pueda aprender de nuestros errores y no caer redonditos en los mismos.

Tenemos la tendencia de ser muy individualistas, cada quien queriendo ser un pionero. Pero como consecuencia, nuestro aprendizaje es más lento y nuestros logros menores que si trabajáramos mejor en equipo.

Muchos de nosotros no hemos llegado a dominar bien el español. Hagan ustedes mayores esfuerzos para hablar muy bien el idioma local, con una amplia comprensión de la cultura.

A nosotros nos fascina utilizar lo último en tecnología, cuando muchas veces sería más apropiado usar métodos más sencillos que fueran fácilmente reproducibles en el contexto local.

Nosotros muchas veces hemos traído demasiados elementos de nuestra cultura junto con el evangelio. No traten de imponer la cultura mexicana donde vayan como misioneros, sino dejen que el Espíritu Santo “redima” la cultura local.

Frecuentemente hemos insistido en imponer nuestro estilo occidental de enseñanza, a pesar del hecho de que muchas veces no encaja con el estilo de aprendizaje de la gente.

Hemos caído en la trampa de pensar que los medios de comunicación escrita son “lo máximo”, pasando por alto los medios de comunicación oral, que pudieran ser muy efectivos para la extensión del evangelio.

En demasiados casos hemos vivido aislados de la comunidad en nuestras bases misioneras o barrios gringos. Sean más encarnacionales, formando parte de la comunidad que desean alcanzar con el evangelio.

A veces se nos ha pasado la mano sacando fotos de cualquier persona o cosa con que hemos estado aún remotamente relacionados, creando sospechas y poniendo en duda nuestros motivos.

Nuestra enseñanza muchas veces ha casi ignorado el Antiguo Testamento. La Biblia es un libro completo. Dejen ue su ministerio misionero lo refleje.

A veces nuestro compromiso no ha sido a suficientemente largo plazo, para dar el tiempo necesario para adaptarnos y llegar a ser realmente efectivos. Comprométanse para el tiempo que sea necesario para lograr el objetivo.

Muchas veces hemos llegado ofreciendo respuestas antes de saber las preguntas que debemos de contestar. Vayan ustedes con mayor humildad y con una disposición de ser aprendices.

Con demasiada frecuencia hemos creado una mentalidad de dependencia, haciendo para ustedes cosas que pueden y deben de estar haciendo ustedes mismos, tal vez por que nos hacía sentir útiles.

Especialmente en la franja fronteriza, hemos dejado que los intereses de las misiones a corto plazo tomaran mayor prioridad que los más importantes intereses a largo plazo, creando un desequilibrio dañino.

En su infinita gracia y misericordia, el Señor de las mies nos ha usado a nosotros, los misioneros gringos, a levantar en México una cosecha espiritual, a pesar de nuestros muchos errores y deficiencias. ¡Gloria a su nombre! En sus esfuerzos misioneros ustedes también cometerán sus propios errores, pero espero que nuestro ejemplo, tanto en lo positivo como en lo negativo, les ayude a hacer un mejor trabajo, llevando el glorioso evangelio a los miles de grupos étnicos inalcanzados.