Mis pies lavados por Él

Devocional 33

“¿Y tú, Señor me vas a lavar los pies a mí?”.  Jn. 13:6

 

Jesús era alguien que conocía su identidad. Como acto de aseo personal la gente se lavaba los pies. También era una tarea que hacían los esclavos o quizás las mujeres y niños.

 

Lo más probable es que este lavamiento de pies fue provocado por alguna mala conducta de los discípulos. Quizás discutían en qué orden se debían sentar a la mesa o quien en esa ocasión debía ser el siervo y lavar los pies de todos.

 

Lucas en su evangelio nos relata que tuvieron un altercado sobre quién sería el más importante. Los discípulos estaban dispuestos a pelearse por un trono, pero no por una toalla. No era probable que alguno tome la toalla para lavar los pies de su compañero. Ellos preferían sentarse a comer sucios antes que estar limpios.

 

Jesús realizó algo impresionante. No apareció ningún esclavo, el que apareció fue Jesús. Se humilló. Lavó los pies de todos. Usó todo su poder para servir. Jesús sabía bien quien era y no necesitaba el poder para completar su identidad.

 

No mal usó el poder y no lo manejó para sentirse importante o llenar un vacío en su vida. Podemos mal usar y abusar del poder cuando no sabemos realmente quienes somos, cual es nuestra identidad y a quien tenemos que ser semejante.

 

 

Pregunta para la reflexión

¿Cómo debe ser el modelo del siervo?

 

 

Pastor Carlos Scott
Misión Glocal