Devocional 34
“¡No! Protestó Pedro ¡Jamás me lavarás los pies! – Si no te los lavo, no tendrás parte conmigo”. Jn. 13:8
Jesús era una persona que estaba dando vuelta el orden social. El amor de Cristo trascendió las barreras de clase social. Esta actitud de Jesús produjo una reacción fuerte en Pedro. No podía soportar la idea de que Jesús se humillara de esa manera.
Jesús estaba rompiendo con el paradigma de los honores y prestigio que solemos tener en nuestro medio. Pedro seguramente no se sentía digno. Tenía razón: no era digno de recibir esto, ninguno lo somos, pero no era una cuestión de mérito sino de Gracia.
Lo que nos cuesta entender es el mensaje central: Jesucristo sirve y da su vida por los pecadores. Su humillación lo engrandece una vez más y de aquí nace el modelo del Siervo, el modelo del pastorado, el modelo para ser discípulo. La reverencia del sistema actual o del mundo es diferente. Encuentra difícil hacer lo que el Señor hizo.
Preguntas para la reflexión
¿Nuestra relación con otros está basada en el mérito (premio o castigo), la competencia (ganadores o perdedores)? ¿Qué significa ser una persona que vive la gracia?
Pastor Carlos Scott
Misión Glocal